
El refugio del Teide ( 3260 m. de altitud ) camino al pico.
Subiendo desde Montaña Blanca, hacia el pico del Teide, en la altitud de 3260 metros, se encuentra una edificación que ha hecho la labor de refugiar al caminante, en sus ansias de llegar a la cima a lo mas alto. Se encuentra situado, en un pequeño llano, antes de que sea imposible evitar las lavas negras del Teide. Las lavas oscuras ricas en obsidiana de la última erupción del volcán Teide durante la edad media y que formó el cono o domo que da su característico perfil al padre Teide. Un pequeño llano en el que antaño, descansaban las mulas, cuando se subía a extraer hielo y azufre de la cumbre. Hielo de los neveros o pozos hechos en la cara norte, también de la cueva del hielo, y por supuesto el azufre del cráter, para utilizarlo como fungicida en la viña. El vino una de las industrias mas importante históricamente en las isla de Tenerife.

Cuando en 1799 subió Humboldt hasta la cima del Teide, no había ninguna edificación si no simplemente un llano donde se dejaban los caballos y mulas. Además se evitaba meter los animales en la lava mas joven, y que podía ser mas dañino para sus patas. Aunque subieron caballos hasta la cima, no era lo habitual. Humboldt caminó desmontó al caballo, y caminó durante hora y media hasta la cumbres desde los 3260 metros de altitud. Lugar donde casi 100 años mas tarde, un británico, llamado Grahan Toller, construyó el primitivo refugio de Altavista ( Grahan Toller había decidido vivir en Tenerife buscando la cura a la tuberculosis que padecía. Y después de vivir en las montañas de la isla y sanó de su grave enfermedad ) . Sobre las ruinas de lo que había hecho casi 40 años antes, el astrónomo escocés Charles Piazzi Smith.
En 1856 el astrónomo , y su esposa Jessica Duncan Smith, viajaron a Tenerife, recién casados, para observar la visión extraordinaria del cosmos, desde sus altas montañas, donde el aire nítido de las alturas mas propicio

es para tal tarea. Disfrutando de su luna de miel, desde el alto Guajara observando la luna, las estrellas, y los planetas. La mítica montaña del Guajara de 2715 metros de de altura ( Guajara; la montaña dese la cual se arrojó al vacío, porque su amor el valeroso noble guanche Tinguaro había sido asesinado en la batalla de La Laguna) En un principio uno de los dos telescopio que trajeron a Tenerife, lo llevaron hasta el alto de la montaña. Allí hicieron un pequeño refugio, que todavía sus restos se pueden observar. Pero tuvieron la mala suerte, durante esos días sufrir unos continuados episodios de calima o invasión de polvo sahariano durante esos días. Lo que dificultó la clara visión del cielo nocturno. Además del incesante viento, del sureste ( vientos secos y cálidos, que traen partículas en suspensión del desierto del Sáhara), lo que llevó a decir al astrónomo escocés; » Guajara, la montaña amada por los vientos» . Y consideró que subir mas arriba sería la solución a sus problemas de visión del cielo y sus astros.

Y como ya había dejado escrito el gran Newton en una de sus obras mas importante; «Opticks» sobre la naturaleza de la luz y su observación; » … no se pueden construir telescopios a los que no afecte la atmósfera y que lo único que se puede hacer es buscar aire mas sereno y tranquilo, como por ejemplo el que hay encima de las montañas, por encima incluso de las nubes». Y así fue como Piazzi Smith buscó ese aire mas sereno y buscó mas altura. Había dejado un segundo telescopio de mayor envergadura en el Puerto de la Cruz. Buscó mas caballos y lo subieron en piezas hasta donde hoy se encuentra el refugio de Altavista o del Teide. Desde el Guajara, había visto luces de hogueras, en un lugar del Teide, y esos eran los trabajadores que extraían el azufre del pico en el llano donde dejaban descansar los caballos y las mulas.
Un telescopio en lo alto del Teide.

Después de hacer trabajadores lo mas rápido posible, una estructura de piedra, que protegiera de los vientos, el frío. La cual se tapó con una especie de lona, mantenida con piedras para intentar evitar que saliera volando, por los fuertes vientos del Teide. Dejaron en el centro un lugar despejado para colocar el telescopio. Que se cargó igual que todos los enseres y provisiones con una caravana de 20 caballos y mulas y con el segundo telescopio de 7,5 pulgadas, desmontado en piezas, y que no había podido cargar hasta el alto de Guajara. hasta los 3260 metros de altitud. Hasta el punto máximo de altura que pudieron llegar los caballos y las mulas con tanta carga. Mas arriba no lograron alcanzar. En su empeño de llegar lo mas cerca del cielo, llegó en donde se edificaría en el futuro refugio de Altavista, o del Teide. A partir de ahí sería el telescopio, el que alcanzara, La Luna, Júpiter, las líneas de Cassini en los discos de Saturno, El descubrimiento de las estrellas binarias. Lástima que mas hubiera descubierto con un telescopio mayor y con mas tiempo de permanencia en el Teide.

lamentablemente sus observaciones transcurrieron solamente durante un mes en el futuro refugio de Altavista o del Teide. En la Luna gracias a la visión mas diáfana, que se disfruta en el Teide descubrió posibles mares, valles, montañas…. Y bautizando algunas montes con el nombre de Mount Tenerife y Mount El Pico ( Teide ) . Montes lunares con forma de islas, al norte del Mare Imbriun, cerca de donde 113 años mas tarde alunizaría el Apolo XI. También en el Teide, pudo distinguir claramente las líneas de Cassini en los discos de Saturno, sus ojos vieron desde el Teide, los discos que intuyó el astrónomo italiano Giovanni Cassini en el siglo XVIII ( El hombre se quedó ciego observando el cielo ), y que la sonda Cassini-Huygens casi tocó a finales del siglo XX. Un viaje que comenzó en un volcán llamado Teide, pasó por la Luna, atravesó los discos de Saturno hasta un sistema binario en donde una estrella orbita alrededor de una estrella mas densa, en una danza casi eterna. Las sondas que exploran el vasto océano del cosmos, nacieron en las ansias de humanos, que cargaron telescopios hasta las cimas de volcanes, como el Teide. Hombres como Cassini que perdieron la vista en noches y noches observando el cielo. Murió ciego soñando con tocar los discos de Saturno.
