Humboldt; el último hombre renacentista.
Alejandro de Humboldt fue uno de los últimos ilustrados, románticos de la historia de la ciencia. Polímata, poseedor de grandes conocimientos en materias científicas y humanistas. Último hombre del renacimiento, como si fuera un filósofo griego de la antigüedad, dominó todos los campos del saber, y se preocupó por ampliar hasta el último día de su vida, el saber. Subió montañas, volcanes, atravesó glaciares, selvas y desiertos, navegó mares y ríos… poseído por una voluntad inquebrantable y ansias infinitas de descubrir y de saber. Un Prometeo moderno, que le robó el don del fuego a los dioses y lo compartió con sus semejantes, los mortales.
«Subimos aún mas… pero el frío aumentaba con cada paso. También la respiración se hacía dificultosa, e incluso mas incómodo era que todos sentíamos náuseas, ganas de vomitar… Además nos sangraban las encías y los labios. El blanco de nuestros ojos estaban inyectado de sangre…» Ascenso de Humboldt del Chimborazo en Ecuador, hasta la altura de 5917m. Siendo el primer europeo en subir hasta esa altitud. Jugándose la vida en el empeño, y ejemplo de sus ansias de conocimientos, como motor vital. No llegó a la cima, se dio la vuelta, porque su compañero exploración, el ecuatoriano Carlos de Montufar, se encontraba al borde de la muerte, debido al mal de altura.
Humboldt, tenía el mandato del gobierno español, de cartografiar, y recopilar datos científicos en los territorios, Colombia, Cuba, Venezuela, Ecuador y el virreynato de Nueva España, el actual México, Texas, California y Nuevo México. Y con un salvoconducto emitido por el rey Carlos IV. Lo que le posibilitaba entrar en todos los territorios, solo con la condición de no dar información de datos geográficos a la recién creada como nueva república independiente de EEUU (cosa que no cumplió ya que cuando se alojó en casa de Thomas Jefferson en 1804 en Washington, el secretario del tesoro copió todo su trabajo, esta información fue utilizada en 1848 en la guerra contra México. Al final de su vida Humboldt rogó el perdón de México ). Viaje que aprovechó Humboldt para investigar y descubrir. Con los apuntes, suyos y de otros estudiosos, que habitaban la América española, que compartieron con él y que recogió en su obra magna; » Viaje a las regiones equinocciales del nuevo continente» coescrita a su vuelta en París junto a su compañero de expedición el francés Bonpland. La obra publicada en París en francés en 1807. Humboldt además con el tiempo de convertirse en padre de la geografía moderna, como ciencia independiente, e introdujo conceptos tan actuales como ecologismo y por lo tanto también padre de la ecología y el ambientalismo y amigo de Goethe y Schiller. Fue muy querido en toda la América hispana, que visitó. De manera especial en Méjico, donde le concedieron la nacionalidad de Mejicana, cuando este país se independizó de España. Y a palabras del descendiente de canarios, el libertador Simón Bolívar, Humboldt; Fue el descubridor científico de América.
Humboldt en Tenerife, camino del Teide
» El día 19 de junio por la mañana descubrimos la punta de Naga ( Anaga, donde hoy se encuentra el faro ), pero el pico de Tenerife permaneció invisible… pero en el instante en que comenzamos a alcanzar la plaza ( Santa Cruz ), la bruma se disipó totalmente. El Teide se mostró entonces claro por encima de las nubes, y los primeros rayos del Sol, que para nosotros no había salido todavía, iluminaron la cumbre del volcán. Nos fuimos a la proa de la corbeta, para disfrutar del majestuoso espectáculo»
Humboldt llegando a Tenerife en junio de 1799. Donde hará escala camino de la América perteneciente a la corona hispana. Pausa en la isla, para realizar la subida del gigante del Atlántico, el volcán Teide. Hasta su punto mas alto, el pico del Teide.
Luego prosiguiendo su camino hacia el Valle de la Orotava. a lomo de caballos, y en el Puerto de la Orotava, actualmente Puerto de la Cruz.
«Bajando el valle de Tacoronte se entra en un país delicioso del que han hablado con entusiasmo los viajeros de todas las naciones. En la zona tropical he encontrado sitios en donde la naturaleza es mas majestuosa, mas rica en variedad de especies; pero después de haber recorrido las riberas del Orinoco, las cordilleras del Perú y los hermosos valles de México, confieso no haber visto en ninguna parte, un cuadro mas variado, mas atrayente, mas armonioso, por la distribución de las masas de vegetación y de las rocas»…»En invierno cuando el Teide está cubierto de nieve y hielo, en esta zona se disfruta de una continua primavera. En el verano, al caer el día, los vientos del mar esparcen un suave frescor.»
Humboldt en el gran volcán Teide
«La villa de La Orotava se anuncia desde lejos de forma muy armónica, por la abundancia de agua que atraviesa sus principales calles. La fuente de Aguamansa es recogida en dos tanques y sirve para impulsar varios molinos y se distribuye después a los viñedos«…» Al salir de La Orotava, un sendero estrecho y pedregoso nos condujo a través de un hermoso bosques de castaños a un sitio cubierto de maleza, de algunas especies de laurel y de brezos arbóreos»
El país de las retamas camino del volcán Teide.
Trás atravesar el monteverde, donde se forman las nubes, y están los brezos y los laureles y luego tras abandonar el bosque de pinos, lo que Humboldt describe como un desierto, sobre las nubes. Donde solo crecen retamas y habitan cabras salvajes; Las Cañadas del Teide.
Las cabras que Humboldt, seguramente, serían algunas cabras asilvestradas, de los rebaños que pastoreaban todos los veranos en las inmediaciones del Teide. A partir del año 1954, cuando se funda el Parque Nacional del Teide, no se permite mas, y deja de subirse las cabras después de la noche de San Juan, a las inmediaciones del Teide. Tradición que se remonta a la época de los guanches, los antepasados de los actuales canarios. La actividad se prohibió para proteger la rica y única flora del Parque Nacional del Teide. Humboldt posiblemente no observó tanta vegetación como hoy en día, ya que se ha recuperado tras 70 años de preservación. También en la época de Humboldt la vegetación estaría a cotas mas bajas, ya que el cambio climático. Ha provocado que la vegetación ascienda en altitud. Y también muchas plantas hoy en día se encuentran tristemente al borde de la extinción como la retama del Teide, por este motivo.
« Empleamos cerca de horas y media para atravesar los llanos de Retama, que no se presentan a la vista sino como un mar inmenso de arena…en medio de la altiplanicie se elevan agrupaciones de retamas. Este bonito arbusto… crece hasta los 9 pies, está cubierto de flores aromáticas» » las cabras del Teide, cuyo pelaje es pardo oscuro, son estimadas como un manjar delicioso, ya que se nutren de retamas…»
«Hacia las 3 de la mañana, bajo el lúgubre resplandor de algunas antorchas de pino, nos pusimos en marcha para la cima del pitón…Al volcán se asciende por el lado noreste, donde las pendientes son extremadamente escarpadas y mas de 2 horas después llegamos a una pequeña altiplanicie, que debido a su elevada situación, tiene el nombre de Alta vista ( lugar donde se encuentra el actual refugio para pernoctar ) y los neveros se ven obligados a llevar allí la nieve sobre sus hombros..» ( Ahí era el lugar donde se quedaban los caballos a partir de ahí se sigue hasta el pico del Teide caminando.
Humboldt camino del pico del Teide, Alta vista y la cueva del Hielo.
«Dimos un rodeo a la derecha para examinar la Cueva del Hielo, situada, mas abajo del límite en que comienzan las nieves perpetuas en esta zona ( interesante, esto significa que hace 200 años, en junio el Teide tenía nieves perpetuas en la cara norte sobre os 3500 m. de altura, en la actualidad no ). Es probable que el frío dominante en esta caverna sea debido a las mismas causas que mantienen los hielos en las grietas del Jura y los Apeninos..»
Alta Vista, es un pequeño llano, 3260 m. de altitud, donde se construyó el actual refugio, a finales del siglo XIX. Cuando estuvo Humboldt, era solamente, el lugar donde se quedaban los caballos y las mulas. A partir de ahí se subía caminando. Y hasta ahí se bajaba el hielo, y el azufre que se extraía del pico. Y se utilizaba para sulfatar la viña, y extraer el oxígeno de las barricas de vino. Antes de cerrarlas. El hielo se utilizaba, para las antiguas neveras, o para hacer helados. Había una heladería en la Orotava, que hacía helados con los hielos del Teide.
Humboldt camino del pico del Teide, el pico.
«Solo nos quedaba por escalar la parte mas empinada de la montaña; el pitón que constituía su cumbre. La falda de este pequeño cono cubierto de cenizas volcánicas y de fragmentos de piedra pómez, está inclinada de tal modo que sería imposible alcanzar su cima si no se siguiese una antigua corriente de lava y cuyos restos han resistido la inclemencia del tiempo.»…» De todos los volcanes que he visitado, sólo el Jorullo en Méjico, presenta mayores obstáculos, que el Teide porque la montaña está cubierta de cenizas móviles»
Las fumarolas del pico del Teide.
« Estos vapores se desprenden abundantemente por grietas que parecen no tener comunicación con las fumarolas que atraviesan los vapores acuosos, lo cual es muy interesante. Podemos convencernos de la presencia de ácido sulfuroso examinando los hermosos cristales de azufre»
Las vistas desde el pico del Teide.
«… no es interesante solamente a causa del gran número de fenómenos que describen nuestras investigaciones científicas, lo es mucho por la belleza pintoresca que ofrece a los que sienten la majestuosidad de la naturaleza…cuando estuvimos sentados en el borde exterior del cráter dirigimos nuestras miradas hacia noreste donde la costa está adornadas de villas y aldeas. A nuestros pies se presentaba el mas variado espectáculo…La aparente proximidad en que se ven las aldeas desde las cumbres del Teide, los viñedos y los huertos de la costa se explica por la prodigiosa transparencia de la atmósfera…»
Todos estos textos escritos por el propio Alexander von Humboldt, los he extraído de su libro, y de sus cartas personales mayoritariamente a su hermano Wilhelm. Y en esta última carta relata a su hermano la tristeza que le embarga dejar Tenerife, en su viaje hacia la historia. América le espera, y marcará su vida y obra.
« Me voy casi con lágrimas; me hubiera gustado establecerme aquí; y apenas acabo de dejar la tierra de Europa. ¡ Si pudieras ver esos campos, esos seculares bosques de laureles, esos viñedos, esas rosas..!
Blog Humboldt en el volcán Teide. Víctor Camejo, Gregorios trekking.
Excursiones de senderismo relacionadas con este blog;
3) Teide pico
4) Teide sunset